Tratamiento del intestino neurógeno
El intestino neurógeno es la pérdida del funcionamiento normal de los intestinos. La causa es un problema de los nervios en la parte baja del colon, donde se depositan los desechos sólidos antes de salir del cuerpo. Una lesión en la médula espinal o una enfermedad de los nervios pueden dañar los nervios que ayudan a controlar esta parte del colon. Esto causa problemas con la capacidad que tiene el colon de almacenar y expulsar los desechos, y suele causar estreñimiento y accidentes intestinales. La combinación específica de problemas dependerá de la ubicación de la lesión de la médula espinal o de si el problema nervioso reside fuera de la médula espinal. Estas dificultades pueden causar problemas físicos, sociales y emocionales. Sin embargo, se pueden controlar con métodos que ayudan a reducirlas.
Tipos de tratamiento
Las personas que tienen intestino neurógeno deben seguir un plan de cuidado intestinal, que incluye una rutina diaria para eliminar las heces del recto. Esto ayuda a prevenir los accidentes, el estreñimiento y los bloqueos. Un plan intestinal también incluye cambios en la dieta y medicamentos. Su equipo de atención médica puede ayudarle a desarrollar un plan de cuidado intestinal. Su plan intestinal puede incluir lo siguiente:
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Laxantes, tanto en forma de píldora como supositorios.
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Fibra, medicamentos o enemas.
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Desencadenamiento de la acción del músculo esfínter mediante el uso de un dedo con guantes (estimulación rectal digital).
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Masaje o entrenamiento muscular abdominal.
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Planes de actividades y ejercicios.
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Estimulación eléctrica (neural) de los músculos del abdomen.
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Irrigación con agua pulsada.
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Cirugía para crear un agujero (estoma) a través del cual podrá hacer correr agua hacia la parte superior de sus intestinos.
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Cirugía de colostomía para crear una abertura por donde se eliminen las heces en vez de a través del recto.
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Toxina botulínica para ayudar a disminuir la espasticidad del esfínter anal.
Complicaciones posibles
Las posibles complicaciones incluyen las siguientes:
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Venas agrandadas alrededor del ano (hemorroides)
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Bloqueo de los intestinos (impactación)
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Accidentes fecales (relacionados con las heces)
Seguir un plan de cuidado intestinal puede ayudarlo a evitar estos problemas. Puede colaborar con su equipo de atención médica con el objetivo de crear y mantener el mejor plan de cuidado intestinal para usted.
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