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Cuando su hijo tiene “codo del lanzador” u “hombro del lanzador”

A su hijo le han diagnosticado un trastorno llamado codo del lanzador u hombro del lanzador. Este tipo de problemas es consecuencia de un uso excesivo del brazo. Se trata de una irritación de los cartílagos de crecimiento en el codo o el hombro. El cartílago de crecimiento es la parte blanda del hueso que permite que este crezca a medida que el niño se desarrolla. Este trastorno es común en niños que practican ciertos deportes, sobre todo béisbol. Como el cuerpo de un niño está todavía creciendo y desarrollándose, el esfuerzo exigido por ciertos deportes puede ser excesivo. Esto es especialmente cierto cuando el niño no reposa lo suficiente entre sus actividades deportivas. El codo y el hombro del lanzador son trastornos dolorosos, pero pueden curarse con el tratamiento adecuado.

Contorno de un brazo que muestra el hueso de la parte superior del brazo y las placas de crecimiento.

¿Cuál es la causa del codo y el hombro del lanzador?

El codo y el hombro del lanzador son consecuencia del exceso de movimiento del brazo por encima del nivel de la cabeza, como durante el lanzamiento de una pelota de béisbol. Este movimiento hace que los músculos del brazo estiren los cartílagos de crecimiento. Cuando este movimiento se repite una y otra vez, el espacio en los cartílagos de crecimiento empieza a ensancharse. En algunos casos, los cartílagos de crecimiento llegan a separarse del hueso.

¿Cuáles son las señales y síntomas del codo y el hombro del lanzador?

  • Dolor o “pesadez” en el brazo al lanzar la pelota

  • Dolor en el codo o en el hombro, especialmente después de lanzar la pelota

  • Rigidez en el codo o en el hombro que reduce la amplitud de movimiento (incapacidad de extender o rotar completamente el codo)

¿Cómo se diagnostican el codo y el hombro del lanzador?

El médico le hará preguntas acerca de la historia clínica del niño y le examinará el codo o el hombro para determinar la ubicación del dolor. Es posible que le hagan también una radiografía o una resonancia magnética. En estas pruebas se toman imágenes del interior del cuerpo para facilitar el diagnóstico de la lesión.

¿Cómo se tratan el codo y el hombro del lanzador?

El médico hablará con usted acerca del mejor plan de tratamiento para su hijo. Según le indique el médico, su hijo deberá hacer lo siguiente:

  • No hacer ningún tipo de lanzamiento durante unas  6 semanas.

  • Aplicar hielo al codo o al hombro  3-4 veces al día durante  15-20 minutos cada vez. Utilice una bolsa de hielo o de chícharos congelados (o algo similar) envuelta en un paño delgado.

  • Tomar medicamentos antiinflamatorios, como ibuprofeno, según le indique el médico.

  • Aprender a lanzar la pelota con el movimiento adecuado hace que sean menos probables las lesiones.

  • Reducir el nivel de actividad que realiza con el codo o el hombro. Por ejemplo, si el niño es un lanzador, es probable que el médico limite el número de lanzamientos que puede hacer.

  • Hacer ejercicios en casa según le indique el médico. Es posible que el médico le recomiende a un fisioterapeuta para que el niño siga un programa supervisado de ejercicios. El fisioterapeuta o el proveedor de atención médica de su hijo también podrán pedirle que haga ejercicios en casa.

¿Cuáles son los posibles problemas a largo plazo?

Si este problema se deja sin tratar, es posible que el niño tenga dificultades para usar el codo o el hombro en el futuro y daños permanentes en los cartílagos de crecimiento.

El codo y el hombro del lanzador son cada vez más frecuentes a medida que los deportes entre niños se hacen más competitivos. Pero este doloroso trastorno puede prevenirse. Para ayudar a prevenirlo:

  • No permita que el niño haga lanzamientos todos los días. Asegúrese de que tiene días de descanso en los que no hace lanzamientos.

  • Hable con el entrenador de su hijo acerca del programa de entrenamiento y los partidos, para que se limite el número de lanzamientos que hace el niño en cada entrenamiento o partido.

  • Nunca permita que el niño juegue o se entrene si está lesionado.

  • Limite las actividades del niño que impliquen lanzamiento a no más de nueve meses al año. Por lo menos durante tres meses al año, el niño no debe practicar deportes que impliquen lanzamiento (como el béisbol) y debe hacer solo actividades que no sean de lanzamiento. Este período de descanso le da tiempo al cuerpo de repararse a sí mismo.

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