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Síndrome pospoliomielítico

El síndrome pospoliomielítico (PPS, por su sigla en inglés) es un trastorno de los nervios y de los músculos. Puede ocurrir muchos años después de haber tenido poliomielitis. Puede causar nueva debilidad muscular que empeora con el tiempo. También puede causar cansancio y dolor en los músculos y en las articulaciones. Las personas que tienen PPS suelen sentirse exhaustas. El síndrome puede hacer que los músculos se encojan. Con el tiempo, la debilidad muscular puede causar dificultades para respirar.

¿Cuáles son las causas del síndrome pospoliomielítico?

Los investigadores aún intentan obtener más información sobre las posibles causas. Es posible que se deba a la forma en que los nervios vuelven a crecer después de la poliomielitis. Esto puede ocasionar un esfuerzo adicional para las células nerviosas. Es posible que el virus de la poliomielitis permanezca en el sistema nervioso y vuelva a activarse más adelante y causar PPS. También puede suceder que el sistema inmunitario ataque los nervios propios del cuerpo.

Solo las personas que tuvieron poliomielitis tienen riesgo de tener PPS. Entre una cuarta parte y poco más de la mitad de las personas que tuvieron poliomielitis pueden presentar PPS. Tiene más probabilidades de contraer el síndrome en las siguientes circunstancias:

  • Tuvo un caso de poliomielitis grave.

  • Era adolescente o adulto cuando tuvo poliomielitis por primera vez, no un niño pequeño.

  • Se recuperó de la mayoría de los síntomas de la poliomielitis.

Síntomas del síndrome pospoliomielítico

Este síndrome afecta los nervios y los músculos. Los síntomas pueden presentarse entre 10 y 70 años después de haber tenido poliomielitis, pero suelen comenzar entre 20 y 40 años después. El principal síntoma es la debilidad muscular. Esta debilidad puede afectar un lado del cuerpo más que el otro. Los síntomas pueden empeorar con el tiempo y pueden incluir lo siguiente:

  • Debilidad que empeora (común)

  • Fatiga (común)

  • Dolor en los músculos y en las articulaciones (común)

  • Acortamiento de los músculos

  • Dificultad para tragar

  • Problemas respiratorios

  • Trastornos del sueño

  • Sensibilidad a las temperaturas frías

  • Depresión

Diagnóstico del síndrome pospoliomielítico

El proveedor de atención médica le preguntará sobre su historia clínica y los síntomas. Le hará una exploración física. Es posible que deba hacerse pruebas. Algunas pruebas se hacen para medir su fuerza muscular. Otras pueden hacerse para ver si hay otras causas para los síntomas. Algunas de estas pruebas son las siguientes:

  • Análisis de sangre, para descartar otras causas de debilidad muscular

  • Electromiografía, para medir la actividad eléctrica de los músculos

  • Biopsia muscular, para ver si hay signos de daño en las células del músculo

  • Resonancia magnética o tomografía computarizada

  • Punción espinal (punción lumbar), para analizar el líquido espinal

Vivir con el síndrome pospoliomielítico

El PPS no se puede curar, pero sí es posible controlar la afección con tratamiento. El objetivo del tratamiento del PPS es reducir el efecto que la afección tenga sobre su vida diaria. Puede usar un bastón o un andador para ahorrar energía y fuerza muscular. Es posible que necesite descansar mucho.

Ejercicios especiales

Las personas que tienen PPS pueden mejorar su fuerza muscular con ejercicios de fortalecimiento muscular de baja intensidad. Se conocen como ejercicios no fatigantes. Puede hacerlos en ciclos breves. Durante esos ciclos, se ejercita durante un período corto. Luego, descansa entre un ciclo y otro. Es importante que la gente con PPS evite el agotamiento. Hacer esos ejercicios en temperaturas cálidas y en el agua puede ayudar.

Otros tipos de tratamiento

Es posible que lo atiendan diferentes proveedores. Participe con el equipo de atención médica para preparar un plan de cuidados. Actualmente, no se conocen medicamentos que logren detener o revertir la enfermedad. El tratamiento suele enfocarse en aliviar los síntomas. El equipo de atención médica podría estar integrado por los siguientes profesionales:

  • Neurólogo

  • Fisioterapeuta

  • Terapeuta ocupacional

  • Fonoaudiólogo

  • Especialista en respiración

Algunos tratamientos de apoyo para las personas con PPS incluyen lo siguiente:

  • Dispositivos de ayuda, como aparatos ortopédicos livianos, bastones, andadores, ciclomotores eléctricos y sillas de ruedas

  • Medicamentos para aliviar el dolor

  • Medicamentos para tratar la fatiga

  • Fisioterapia para conservar tanta movilidad como sea posible

  • Terapia ocupacional para ayudarlo con maneras de adaptarse

  • Sesiones de fonoaudiología para ayudarlo con problemas para tragar

  • Asistencia respiratoria con un respirador de presión positiva, si lo necesita, en especial por la noche

  • Apoyo emocional y psicológico

Cuándo llamar al  911

Llame al 911 si tiene dificultad para respirar.

Cuándo llamar al proveedor de atención médica

Llame al proveedor de atención médica de inmediato si tiene alguno de estos síntomas:

  • Dificultad para tragar

  • Síntomas nuevos

  • Síntomas que empeoran 

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