¿Cómo me preparo para ser cuidador?

Si sabe que pronto empezará a desempeñar la función de cuidador, será útil prepararse de antemano. No se preocupe: con el tiempo y con el apoyo y la comprensión de las demás personas, aprenderá a manejar mejor las dificultades.

Al principio, es posible que suceda lo siguiente:

• Que tenga sentimientos de tristeza, ansiedad o desamparo

• Que sienta una pérdida de privacidad

• Que tenga menos tiempo libre

• Que necesite establecer un equilibrio con las responsabilidades laborales

• Que tenga que afrontar tensiones financieras

Está bien pedir ayuda a amigos, familiares, terapeutas y grupos de apoyo. Esto puede ayudarlo a gestionar mejor el tiempo y a sentir menos estrés. Recuerde que las distintas personas pueden brindar ayuda de maneras diferentes. Y todas las formas de apoyo le permitirán ser un mejor cuidador de su ser querido.

Cuando comience a desempeñarse como cuidador, aprenda todo lo que pueda sobre el diagnóstico de su ser querido y sobre los detalles del tratamiento. Es posible que note algunos cambios o efectos secundarios a medida que recibe el tratamiento. Pueden ser esperables por el tratamiento que recibe. Pero hay efectos secundarios que pueden volverse más graves. Pregunte al proveedor de atención médica en qué casos hay que informarle si los efectos secundarios empeoran. Asegúrese de saber la manera más conveniente de comunicarse con el proveedor. Incluso fuera del horario de atención habitual, los fines de semana y los días festivos.

Los siguientes son algunos efectos secundarios comunes del cáncer y del tratamiento:

• Caída del cabello

• Pérdida de peso

• Cansancio intenso (fatiga)

• Náuseas

• Diarrea

• Llagas en la boca

• Sentimientos de pena y arrepentimiento

¿Cómo puedo ayudar a mi ser querido en su vida diaria?

Una de las mejores formas de apoyar a su ser querido es brindando un poco de ayuda todos los días. Pero antes de meterse, siempre pregunte si le parece bien primero. Las necesidades de su ser querido pueden cambiar, así que es bueno ser flexible. Sugiera las tareas que puede hacer, en lugar de limitarse a preguntar cómo puede ayudar.

Si a su ser querido le cuesta aceptar ayuda, dígale que lo hace porque le importa y no necesita nada a cambio. Y pase lo que pase, su ser querido siempre debe estar involucrado en las decisiones sobre su atención.

Intente ayudar con tareas cotidianas, como las siguientes:

• Hacer diligencias. Hacer listas de quehaceres diarios. Puede ir a comprar comida, devolver libros a la biblioteca, llevar correspondencia al correo o buscar medicamentos.

• Preparar las comidas.

  • Compre y prepare comidas que sean fáciles de digerir. Pregúntele qué le gusta y qué alimentos tienen buen sabor. Esto puede cambiar según la etapa del tratamiento.

  • Organice por teléfono o en línea para que le preparen comidas. Los amigos y la familia pueden traer comida algunos días. Si el sistema inmunitario de su ser querido está débil, pídales que dejen la comida en el porche o en la puerta de entrada.

• Hacer tareas domésticas. Ayude con el lavado de ropa, con la limpieza o con el cuidado de las plantas o del jardín. Los tratamientos contra el cáncer pueden debilitar el sistema inmunitario. Por eso, es importante mantener limpias las zonas donde habita para prevenir infecciones. Esto es importante, sobre todo, en la cocina y en el baño.

• Ayuda con el cuidado personal. Quizás deba ayudar a su ser querido a bañarse, asearse o vestirse.

• Cuidado de niños y mascotas. Esto puede incluir cuidar a sus hijos, buscarlos en la escuela o llevarlos a jugar con amigos. Ofrézcase a limpiar la caja de arena del gato o a sacar a pasear al perro.

• Llevarlo a las citas y buscarlo. Puede tomar notas en la cita. O limitarse a acompañarlo. Si a su ser querido no le incomoda, puede ayudar a comunicar sus necesidades a los proveedores.

• Alentarlo para hacer actividad física si es posible. Hable con su proveedor de atención médica antes de comenzar una actividad física nueva. Salgan a caminar si su ser querido puede.

¿No sabe a qué darle prioridad? Elabore una lista de tareas y haga las más urgentes primero. No abandone sus compromisos. Pero procure no asumir demasiadas responsabilidades. Es fundamental crear un equipo de apoyo formado por amigos, familiares y otros cuidadores. Esto le permitirá compartir algunas de las tareas y tomarse tiempo para usted cuando lo necesite.

¿Dispone de más tiempo y energía? Algunas otras ideas para brindar ayuda práctica incluyen las siguientes:

• Organizar y pagar las cuentas. Asegúrese de que su ser querido esté de acuerdo con que tenga cierta información financiera.

• Hacer llamadas telefónicas. Puede llamar al proveedor y hacer preguntas que su ser querido tenga sobre los efectos secundarios. O, cuando tenga un momento, comparta mensajes con amigos, familiares o compañeros de trabajo sobre cómo va el tratamiento.

• Mantener los medicamentos en orden. Pruebe con un gestor personal de salud para mantener la organización.

• Recaudar fondos. Organice un evento o cree una página de donaciones en línea para ayudar a cubrir los costos del tratamiento.

• Ayuda con el papeleo. Ofrézcase a completar y enviar por correo los documentos legales o de seguros.

• Dar un pequeño obsequio. Piense en formas de brindarle comodidad rápido o de ayudar a que tenga días más tranquilos.

Es bueno recordar que hace lo mejor que puede y que eso puede cambiar cada día. Ser el cuidador de un ser querido que tiene cáncer es difícil. Puede que se encuentre tan ocupado y preocupado por su ser querido que no preste atención a su propia salud física y emocional. Cuidar su propia salud y descansar lo suficiente le dará las fuerzas que necesita para brindarle apoyo a su ser querido.