Después del reemplazo de rodilla: el primer mes
Usted aplicará las mismas habilidades de movimiento que adquirió en el hospital o centro de rehabilitación a su programa de ejercicios en el hogar. También es posible que siga viendo a su fisioterapeuta. Cumpla con su programa de ejercicios y obtendrá grandes recompensas. Cuando su rodilla esté en forma, podrá caminar más fácilmente y reanudar su vida activa en menos tiempo.

Cumpla con su programa de ejercicios
Hacer ejercicios es la única manera de recobrar las fuerzas y amplitud de movimiento. El ejercicio continuo podría permitirle además fortalecerse y aumentar su amplitud de movimiento a niveles superiores a los que tenía antes de la operación. Esto se debe a que el dolor y la rigidez que usted sentía antes de la cirugía pudieron haberle limitado sus movimientos. Por esto, incorpore el ejercicio a su rutina diaria. Siga viendo a su fisioterapeuta según las indicaciones; quizás le indique que comience a montar en bicicleta estacionaria o agregue ejercicios nuevos a su programa.
Camine para progresar
Caminar no sólo ayuda a adquirir una marcha más normal y cómoda, sino también lo mantiene en forma y evita que se le formen coágulos de sangre. Comience dando tres o cuatro paseos cortos todos los días; vaya aumentando gradualmente la distancia, el tiempo y la frecuencia de su caminata. Después de sus paseos, recuéstese, eleve su rodilla y aplíquese hielo para reducir la hinchazón. Su médico o fisioterapeuta le indicará dónde y cuándo debe usar su caminador, muletas o bastón, así como cuándo puede dejar de usarlos.
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