Causas comunes de la úlcera péptica

Las causas de una úlcera péptica pueden ser las siguientes:

• Infección por la bacteria Helicobacter pylori (H. pylori)

• Uso prolongado de los analgésicos llamados antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como la aspirina y el ibuprofeno

• Estrés físico como quemaduras, lesiones en la cabeza, la necesidad de una sonda para respirar o el uso de anticoagulantes

• Otras causas extrañas

Cómo se desarrolla una úlcera péptica

El revestimiento interior del estómago y del duodeno está cubierto por una capa de mucosa espesa. Esta ayuda a proteger el estómago y el duodeno contra los ácidos y las enzimas que producen para descomponer los alimentos. La presencia de bacterias H. pylori puede debilitar la capa de mucosa e irritar el revestimiento que está debajo. El ácido puede pasar a través de la capa mucosa y producir una úlcera. El uso excesivo de antiinflamatorios no esteroideos también puede dañar la capa mucosa y producir úlceras.

Síntomas de una úlcera péptica

Las úlceras pépticas pueden ir acompañadas de síntomas o no. Cuando se presentan, los síntomas pueden aparecer y desaparecer. Incluso puede variar entre leves a graves. Algunos de los síntomas frecuentes son:

• Ardor, cólicos (retortijones) o dolor (como de hambre) en la zona del estómago (a menudo entre una y tres horas después de una comida o en mitad de la noche)

• Dolor que mejora o empeora al comer

• Pérdida del apetito

• Pérdida de peso

• Náuseas o vómitos (el vómito puede tener sangre o tener el aspecto de café molido)

• Heces negruzcas o manchadas de sangre (esto significa que la úlcera está sangrando)

Diagnóstico de una úlcera péptica

Su proveedor de atención médica le preguntará por sus síntomas y sus antecedentes médicos. También le harán una exploración física. Además, le realizarán pruebas para confirmar el problema. Estas pruebas también ayudan a determinar si la bacteria H. pylori es la causa de la úlcera. Algunas de estas pruebas pueden consistir en:

• Análisis de sangre, heces, o pruebas de respiración. Estas pruebas se llevan a cabo para detectar si hay H. pylori u otros problemas. Para los análisis de sangre y heces se toman muestras pequeñas. Estas se envían a un laboratorio para ser analizadas. Para las pruebas de respiración, le darán un líquido que contiene una sustancia no dañina. La bacteria H. pylori provoca la descomposición de esta sustancia y la emisión de dióxido de carbono. El proveedor de atención médica puede determinar si la bacteria está presente al analizar el aire que usted expulsa luego de beber el líquido con la sustancia.

• Endoscopia superior. Esta prueba se lleva a cabo en el interior del estómago y del duodeno. Esto permite a su proveedor determinar si hay úlceras. Durante la prueba se usa un endoscopio. Es un tubo delgado y flexible con una cámara pequeña en el extremo. El endoscopio se introduce a través de la boca. Y luego se guía hacia el estómago o el duodeno. De ser necesario, pueden introducirse instrumentos diminutos a través del endoscopio para tomar muestras (biopsias) de los tejidos. El tratamiento también puede hacerse al mismo tiempo si se descubre que hay sangrado u otros problemas.

• Serie gastrointestinal superior. Se toman radiografías del tubo digestivo superior, desde la boca hasta el intestino delgado. Esto permite a su proveedor determinar si hay úlceras. Para esta prueba, deberá tomar un líquido blanco y espeso que contiene una sustancia llamada bario. El bario reviste el tubo digestivo superior de forma que este resulte claramente visible en las radiografías.

Tratamiento de una úlcera péptica

Los medicamentos son los tratamientos más comunes para la úlcera péptica. Entre estos, se incluyen los siguientes:

• Antibióticos. Se usan para tratar la infección con la bacteria H. pylori. En muchos casos, deberá tomar al menos 2 tipos de antibióticos.

• Inhibidores de la bomba de protones. Estos impiden que el estómago produzca ácido.

• Bloqueadores de H2. Estos reducen la cantidad de ácido que produce el estómago.

• Subsalicilato de bismuto. Esto ayuda a proteger el revestimiento del estómago y el duodeno del ácido.

Tome todos los medicamentos recetados siguiendo exactamente las instrucciones que le hayan dado. No deje de tomar los medicamentos, aunque ya se sienta mejor. Los medicamentos pueden provocar efectos secundarios. Su proveedor de atención médica le dará más información acerca de estos según los medicamentos que le haya recetado. Durante el tratamiento, no tome aspirinas u otros antiinflamatorios no esteroideos. Es posible que le indiquen no fumar ni tomar bebidas alcohólicas o cafeína. Estos pueden empeorar los síntomas o dificultar la curación de la úlcera. Si sus niveles de estrés son altos, la reducción del estrés puede ayudar.

En los casos más graves, es probable que le hagan otros tratamientos. Se podría realizar procedimientos como una endoscopía o cirugía. El proveedor de atención médica le dará más información sobre estos tratamientos en caso de que sean necesarios.

Cuándo llamar a su proveedor de atención médica

Llame a su proveedor de inmediato si tiene alguno de los siguientes síntomas:

• Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior, o según se lo indique su proveedor

• Escalofríos

• Vómito frecuente, sangre en el vómito o con una sustancia parecida al café molido 

• Dolor abdominal repentino o grave

• Heces negruzcas, alquitranadas o manchadas de sangre

• Pérdida de peso

• Dolor que no mejora incluso con el tratamiento

Prevención de las úlceras pépticas

Tome las siguientes medidas para ayudar a prevenir la formación de una úlcera péptica:

• Reduzca su riesgo de infección por H. pylori. Los expertos sostienen que la H. pylori puede transmitirse a través de alimentos o agua contaminados por una persona infectada. Como precaución, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan que se sigan medidas de higiene básica. Por ejemplo, lávese siempre las manos con agua caliente y jabón después de usar el baño. Haga esto también antes de preparar y manipular la comida. Además, asegúrese beber agua solo de fuentes seguras.  

• Limite el uso de aspirinas y antiinflamatorios no esteroideos. Colabore con su proveedor para cambiar sus medicamentos o reducir la cantidad de antiinflamatorios no esteroideos que toma. Si debe tomar antiinflamatorios no esteroideos o aspirinas, pregúntele a su proveedor qué medicamentos puede tomar para ayudarle a proteger su estómago y su duodeno. Algunas veces pueden usarse otros analgésicos distintos. Sin embargo, si toma aspirinas debido a una afección cardíaca, un coágulo de sangre o un ataque o derrame cerebral, no deje de tomar las aspirinas sin antes consultar con el proveedor de atención médica que se las recetó.

• Deje de fumar. También deje de consumir cualquier otra forma de tabaco.